Ángel Cruz
Las Sirenas de Plata de la natación sincronizada vuelven a la piscina tras el subcampeonato olímpico conquistado en Pekín y lo hacen en el III Trofeo Mundial FINA, que se celebra desde hoy en el Centro de Natación Mundiales 1986, en Madrid. Gemma Mengual y sus compañeras podrán exhibir sus esperados bañadores con puntos luminosos, que no fueron autorizados en los Juegos y que prometen realzar aún más la belleza de sus danzas acuáticas.
"Este torneo se vuelca sobre todo en la espectacularidad, fuera de las rigideces de la sincro olímpica, hasta el punto de que no hay puntuación eminentemente técnica y sin embargo se premia la creatividad de los ejercicios y se permite el añadido de algunos elementos, como las luces de nuestros bañadores. Japón, por ejemplo, ha estado entrenándose con katanas. Podríamos decir, entre comillas, que nos permiten disfrazarnos", cuenta Anna Tarrés, entrenadora de las españolas, la mujer que ha llevado este deporte a la cima mundial, y que se lamenta "del escaso aforo" de la piscina, porque el espectáculo va a ser digno de verse". Tiene razón Tarres, porque las entradas se agotaron en pocas horas.
Además de España, están presentes en la competición las selecciones de Rusia (campeona olímpica en Pekín y máxima potencia mundial), Canadá, China (bronce por equipos en los Juegos), Egipto, Gran Bretaña, Italia y Japón (bronce en dúo en Pekín), y se compite en dúo, equipo libre y combo.
En la primera de estas modalidades todos los equipos tienen que nadar al son de músicas representativas del país organizador, España en este caso.
La Selección es básicamente la misma que consiguió la medalla olímpica, pero se añaden Paula Klamburg, Margalida Crespí y Ona Carbonell, aunque esta última ya ha estado alguna vez en la Selección.
"Gemma Mengual e Irina Rodríguez vuelven a integrar el dúo en el combo, como ya hicieron en los Mundiales de Perth, en 1998", dice Anna Tarrés.
España defiende el título que consiguió el año pasado en Río de Janeiro (Brasil) en la modalidad de rutina libre, derrotando a las rusas. "El año próximo será muy importante en la sincronizada, porque habrá una gran renovación en el equipo. Vamos a empezar una nueva coreografía en el equipo libre para expresar aún mejor nuestras capacidades creativas", cuenta la entrenadora.
Una estrella.
Sobre Gemma Mengual asegura que "nunca habrá otra como ella; la sincronizada mundial perderá a una gran estrella, porque será la nadadora que más huella ha dejado en este deporte; Gemma es única, pero hay mucha gente joven que está ahí".
En el futuro, Anna Tarrés estima que "habrá que seguir en cierto modo el camino de las rusas, y crear unas coreografías que no sean tan estéticas, pero que tengan un mayor valor deportivo. Esa debe ser nuestra nueva estrategia para las próximas competiciones".
Fuente: as.com
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