ALMUDENA RIVERA
· Reportaje: Deportistas de cine
Hace tres meses, Manolo Martínez (7/12/1974) decidió cambiar las pistas de atletismo por la pantalla grande. Recién llegado de los Juegos de Pekín, el leonés se trasladó a Barcelona para dar vida a Bruno, el protagonista de la película "Estigmas". La semana pasada acabó el rodaje y ahora disfruta de unos días de descanso antes de regresar a los entrenamientos el próximo 15 de diciembre. Es la primera vez que por decisión propia, al margen de las lesiones, está tanto tiempo lejos de las pistas. MARCA.com habló con él para saber qué tal la experiencia como actor y cuáles son sus nuevos objetivos deportivos para la próxima temporada.
Tres meses ya sin entrenarse, ¿lo ha echado de menos?
Hay días que sí y otros que no porque no me daba tiempo. El rodaje duraba alrededor de once horas cada día, con una para comer, así que sólo pensaba en rodar y dormir.
Entonces, ¿qué es más dura: una sesión de entrenamiento o una de rodaje?
Es distinto porque el entrenamiento tiene más dureza física y el rodaje más intensidad mental. Los primeros días de rodaje acababa con dolor de cabeza porque trataba de concentrame mucho para no meter la pata.
Y hablando de meter la pata. Supongo que como principiante estaría nervioso antes de grabar las escenas. ¿Esos nervios son comparables a los de antes de una competición?
Los nervios son adrenalina circulando por la sangre. Son parecidos en ambas situaciones. En la competición sé lo que tengo que hacer, es más mecánico, pero en el cine cada dos por tres estás cambiando, requiere mayor capacidad de adaptación.
¿Se preparó con algún curso de arte dramático?
Me preparé con un entrenador personal durante un mes para preparar el papel. Las dos primeras semanas fueron de iniciación al arte dramático y después se fue complicando. Ferrán Carvajal me ayudó para meterme en el papel de Bruno y me dio muchas herramientas para ello.
¿Y le resultó difícil meterse en la piel de Bruno? Porque no tiene mucho que ver con usted (el personaje es un borracho cuarentón fracasado)
No me costó demasiado. El entrenador-profesor me intentó concienciar para saber diferenciar el personaje de la persona. Cuando he estado actuando me sentía como Bruno, no como Manolo.
Pero una cosa es debutar con un papel secundario y otra hacerlo como protagonista...
Ha sido una tirada a la piscina. Estoy acostumbrado a asumir riesgos. No tenía nada que perder por intentarlo y sí mucho que ganar.
Tuvo que pasar tres cástings, ¿no?
Sí. El primero fue básicamente una presentación con director y productor, el segundo con guión leído y el tercero ya más actuado con otro actor dándome la réplica. Convencí a todo el mundo y durante el rodaje todos me dieron la enhorabuena y estaban satisfechos con mi trabajo.
¿Tomó como referencia algún actor conocido?
No, es muy difícil. No me parezco a Brad Pitt pero tampoco a Bud Spencer, tengo que quedarme en un punto medio. Ahora me fijo más en las actuaciones cuando veo las películas.
¿Cómo ha sido la experiencia ante las cámaras?
Estoy muy contento. Sin duda, repetiría. No tengo ninguna pega. Llevo muchos años ligado al mundo del arte: pinto, también he hecho esculturas...y ésta es una vía más de expresión del arte. Además, la vida del atletismo está llegando a su fin. Me quedan 2 ó 3 años de vida deportiva.
¿Cómo le acogieron el resto de los actores?
Muy bien. Sólo tengo buenas palabras para el equipo artístico y técnico. La verdad es que han tenido mucha paciencia. Al final todo el mundo se ha sorprendido de mi actuación.
¿Tiene miedo a las críticas?
Lo justo. Estoy acostumbrado tanto en lo positivo como en lo negativo en el deporte, quizás más que muchos actores. A mí me critican constantemente. En el atletismo hay más exámenes que en el cine.
El próximo día 15 de diciembre vuelta a las pistas, ¿cuáles son sus próximos objetivos?
En pista cubierta pasaremos de puntillas porque prácticamente no llevaré ni un mes de entrenamiento cuando empiece la temporada. Lo que sí voy a prepararme a conciencia es el Campeonato del Mundo e Berlín donde espero lograr la mínima y llegar a la final. Siendo realistas, hay pocas posibilidades de optar a amedalla porque ya tengo una edad y, aunque puedo tirar de técnica, fuerza y experiencia, tengo menos velocidad. Y ahora hay que hacer más de 21.50 para quedar campeón del mundo u olímpico y es complicado.
Nueva temporada y nuevo club, ¿no?
Sí, hemos rescatado el C.D. Universidad León Atletismo y ya que soy delegado del club, creía aconsejable competir por él.
Antes ha comentado que la retirada ya está en el horizonte, ¿le gustaría seguir ligado al deporte en el futuro?
Sí, por supuesto. Soy entrenador nacional y este año empezaré a entrenar a chavales y me gustaría promocionar la labor del Centro de Alto Rendimiento de lanzamientos de León, intentar que sea un centro de referencia y crear cultura de lanzamiento en mi tierra.
Fuente: marca.com
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Hace tres meses, Manolo Martínez (7/12/1974) decidió cambiar las pistas de atletismo por la pantalla grande. Recién llegado de los Juegos de Pekín, el leonés se trasladó a Barcelona para dar vida a Bruno, el protagonista de la película "Estigmas". La semana pasada acabó el rodaje y ahora disfruta de unos días de descanso antes de regresar a los entrenamientos el próximo 15 de diciembre. Es la primera vez que por decisión propia, al margen de las lesiones, está tanto tiempo lejos de las pistas. MARCA.com habló con él para saber qué tal la experiencia como actor y cuáles son sus nuevos objetivos deportivos para la próxima temporada.
Tres meses ya sin entrenarse, ¿lo ha echado de menos?
Hay días que sí y otros que no porque no me daba tiempo. El rodaje duraba alrededor de once horas cada día, con una para comer, así que sólo pensaba en rodar y dormir.
Entonces, ¿qué es más dura: una sesión de entrenamiento o una de rodaje?
Es distinto porque el entrenamiento tiene más dureza física y el rodaje más intensidad mental. Los primeros días de rodaje acababa con dolor de cabeza porque trataba de concentrame mucho para no meter la pata.
Y hablando de meter la pata. Supongo que como principiante estaría nervioso antes de grabar las escenas. ¿Esos nervios son comparables a los de antes de una competición?
Los nervios son adrenalina circulando por la sangre. Son parecidos en ambas situaciones. En la competición sé lo que tengo que hacer, es más mecánico, pero en el cine cada dos por tres estás cambiando, requiere mayor capacidad de adaptación.
¿Se preparó con algún curso de arte dramático?
Me preparé con un entrenador personal durante un mes para preparar el papel. Las dos primeras semanas fueron de iniciación al arte dramático y después se fue complicando. Ferrán Carvajal me ayudó para meterme en el papel de Bruno y me dio muchas herramientas para ello.
¿Y le resultó difícil meterse en la piel de Bruno? Porque no tiene mucho que ver con usted (el personaje es un borracho cuarentón fracasado)
No me costó demasiado. El entrenador-profesor me intentó concienciar para saber diferenciar el personaje de la persona. Cuando he estado actuando me sentía como Bruno, no como Manolo.
Pero una cosa es debutar con un papel secundario y otra hacerlo como protagonista...
Ha sido una tirada a la piscina. Estoy acostumbrado a asumir riesgos. No tenía nada que perder por intentarlo y sí mucho que ganar.
Tuvo que pasar tres cástings, ¿no?
Sí. El primero fue básicamente una presentación con director y productor, el segundo con guión leído y el tercero ya más actuado con otro actor dándome la réplica. Convencí a todo el mundo y durante el rodaje todos me dieron la enhorabuena y estaban satisfechos con mi trabajo.
¿Tomó como referencia algún actor conocido?
No, es muy difícil. No me parezco a Brad Pitt pero tampoco a Bud Spencer, tengo que quedarme en un punto medio. Ahora me fijo más en las actuaciones cuando veo las películas.
¿Cómo ha sido la experiencia ante las cámaras?
Estoy muy contento. Sin duda, repetiría. No tengo ninguna pega. Llevo muchos años ligado al mundo del arte: pinto, también he hecho esculturas...y ésta es una vía más de expresión del arte. Además, la vida del atletismo está llegando a su fin. Me quedan 2 ó 3 años de vida deportiva.
¿Cómo le acogieron el resto de los actores?
Muy bien. Sólo tengo buenas palabras para el equipo artístico y técnico. La verdad es que han tenido mucha paciencia. Al final todo el mundo se ha sorprendido de mi actuación.
¿Tiene miedo a las críticas?
Lo justo. Estoy acostumbrado tanto en lo positivo como en lo negativo en el deporte, quizás más que muchos actores. A mí me critican constantemente. En el atletismo hay más exámenes que en el cine.
El próximo día 15 de diciembre vuelta a las pistas, ¿cuáles son sus próximos objetivos?
En pista cubierta pasaremos de puntillas porque prácticamente no llevaré ni un mes de entrenamiento cuando empiece la temporada. Lo que sí voy a prepararme a conciencia es el Campeonato del Mundo e Berlín donde espero lograr la mínima y llegar a la final. Siendo realistas, hay pocas posibilidades de optar a amedalla porque ya tengo una edad y, aunque puedo tirar de técnica, fuerza y experiencia, tengo menos velocidad. Y ahora hay que hacer más de 21.50 para quedar campeón del mundo u olímpico y es complicado.
Nueva temporada y nuevo club, ¿no?
Sí, hemos rescatado el C.D. Universidad León Atletismo y ya que soy delegado del club, creía aconsejable competir por él.
Antes ha comentado que la retirada ya está en el horizonte, ¿le gustaría seguir ligado al deporte en el futuro?
Sí, por supuesto. Soy entrenador nacional y este año empezaré a entrenar a chavales y me gustaría promocionar la labor del Centro de Alto Rendimiento de lanzamientos de León, intentar que sea un centro de referencia y crear cultura de lanzamiento en mi tierra.
Fuente: marca.com
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