Foto: Sergio Méndez (http://www.diariodeavisos.com)
Tenerife aspiraba a traerse de Pekín su primera medalla olímpica. Y lo hacía porque confiaba en las posibilidades de Mario Pestano y Javier Hernández, que en disco y en Láser, llegaban a la cita más trascendental colocados entre los mejores del mundo. Sin embargo, Javier Hernández Cebrián, en su primera experiencia olímpica, tuvo que conformarse con el decimocuarto puesto -fue tercero en el Mundial- mientras que Mario Pestano, que llegaba con la tercera mejor marca mundial del año, otra vez estuvo lejos del podio, terminando en el noveno lugar. Pese a la decepción, los dos hablan sin anclajes de Londres 2012, si bien es verdad que el discóbolo sigue dándole vueltas a la cabeza, como cuando lanza el disco a casi setenta metros, a esos "tres segundos" en los que él define el éxito de la decepción.
Mario Pestano.
Mario Pestano.
El mejor atleta tinerfeño de este siglo, tres meses después de quedarse fuera de la final de Pekín 2008, reconoce que "todavía conservo el bloqueo mental, ni con vacaciones se me ha quitado. Poco a poco comienzo a ver la luz, pero me está costando volver a tener ilusión y tener ganas de empezar duro. Supongo que cuando empiece a entrenar todo irá sobre ruedas".
Cuando se le recuerda su gran temporada, con récord de España en Tenerife, siempre entre los cinco primeros del ranking mundial, el discóbolo criado en Arona señala que "eso es el atletismo y más que el atletismo los lanzamientos, porque en tres segundos te lo juegas todo y tristemente esos tres segundos a mí no me salen bien desde hace bastantes años. Como yo siempre digo, seguiremos para adelante y habrá que buscar la fórmula para que esos tres segundos sean los tres segundos mejores del año y no los tres peores".
El atleta reconoce, pese a que ha trabajado en los últimos años con psicólogos y entrenadores diferentes, que "algún problema tengo que tener ahí dentro que tengo que resolver, está clarísimo. Mi bloqueo tira más por lo psicológico que por los físico, pero una cosa lleva a la otra, es lógico", afirma Pestano para quien una Olimpiada "son tres segundos" y "no hay nada parecido, por mucho que puedas visualizar, porque esos tres segundos en Pekín me parecieron los tres segundos más rápidos del mundo y una vez fuera esos tres segundos han sido lo más largos de mi vida. Mi ambición ahora mismo es controlar esos tres segundos, porque no creo que pueda trabajar más que este año, con la tercera marca mundial y la mejor temporada de mi vida".
Al hablar de sus próximos objetivos dejó claro que sobre el papel está el Mundial de Berlín’09 y el Europeo de Barcelona’2010 y "por supuesto" Londres 2012 y aguantar después de esa Olimpiada estar dos o tres años más en la elite, pero "lo que no sé ahora mismo es cómo afrontarlo, porque todavía tengo que recapacitar y buscar que esos tres segundos sean los mejores y no los peores. Si hubiera un secreto o una fórmula que me la digan que yo lo hago o pongo tres mil veces más empeño, pero no resulta una ciencia cierta".
Por lo pronto, Mario Pestano seguirá confiando en su mismo cuerpo técnico y seguirá en el CARde Sant Cugat, donde es casi como un padre para todos los atletas españoles allí becados.
Javier Hernández.
Cuando se le recuerda su gran temporada, con récord de España en Tenerife, siempre entre los cinco primeros del ranking mundial, el discóbolo criado en Arona señala que "eso es el atletismo y más que el atletismo los lanzamientos, porque en tres segundos te lo juegas todo y tristemente esos tres segundos a mí no me salen bien desde hace bastantes años. Como yo siempre digo, seguiremos para adelante y habrá que buscar la fórmula para que esos tres segundos sean los tres segundos mejores del año y no los tres peores".
El atleta reconoce, pese a que ha trabajado en los últimos años con psicólogos y entrenadores diferentes, que "algún problema tengo que tener ahí dentro que tengo que resolver, está clarísimo. Mi bloqueo tira más por lo psicológico que por los físico, pero una cosa lleva a la otra, es lógico", afirma Pestano para quien una Olimpiada "son tres segundos" y "no hay nada parecido, por mucho que puedas visualizar, porque esos tres segundos en Pekín me parecieron los tres segundos más rápidos del mundo y una vez fuera esos tres segundos han sido lo más largos de mi vida. Mi ambición ahora mismo es controlar esos tres segundos, porque no creo que pueda trabajar más que este año, con la tercera marca mundial y la mejor temporada de mi vida".
Al hablar de sus próximos objetivos dejó claro que sobre el papel está el Mundial de Berlín’09 y el Europeo de Barcelona’2010 y "por supuesto" Londres 2012 y aguantar después de esa Olimpiada estar dos o tres años más en la elite, pero "lo que no sé ahora mismo es cómo afrontarlo, porque todavía tengo que recapacitar y buscar que esos tres segundos sean los mejores y no los peores. Si hubiera un secreto o una fórmula que me la digan que yo lo hago o pongo tres mil veces más empeño, pero no resulta una ciencia cierta".
Por lo pronto, Mario Pestano seguirá confiando en su mismo cuerpo técnico y seguirá en el CARde Sant Cugat, donde es casi como un padre para todos los atletas españoles allí becados.
Javier Hernández.
El joven regatista tinerfeño, con el paso del tiempo, reconoce que en la Olimpiada "hicimos un gran trabajo", si bien sigue hablando, fiel a su ambición que "no puedo quedarme satisfecho cuando terminamos el catorce siendo terceros en el último Mundial y habiendo acabado entre los ocho primeros en todos los campeonatos anteriores", recordando además que "al tercero siempre le había ganado".
Hernández Cebrián recordó ayer que "mi peor campeonato del año fueron los Juegos y eso que de cabeza estaba muy bien y llegué a Qingdao muy contento, muy preparado y la verdad que no hay explicación, que así es el deporte. Nada más terminar los Juegos le dije a mi entrenador que estaba muy picado, porque el trabajo era para ganar una medalla".
Esa decepción en tierras asiáticas no han minado en absoluto la moral de Hernández Cebrián que dentro de diez días se marcha a Australia para participar en dos regatas de ranking mundial y tendrá la base en Tenerife hasta que en marzo acuda de nuevo al centro de alto rendimiento de Santander. "Estoy motivado para el Mundial del año que viene, de los Juegos del Mediterráneo y para seguir divirtiéndome y ganando si es posible. Estoy muy contento con esta profesión, aunque resulta muy duro entrenar cada día y dedicarle tantas horas".
Este tinerfeño de 22 años tiene entre ceja y ceja una medalla olímpica y aunque afirma que "Londres está aún muy lejos" ya está perfeccionando su inglés para llegar mejor preparado si cabe a la próxima cita con los cincos aros olímpicos y si es posible "volver a sacar en la Ceremonia de Inauguración el plátano de Canarias", algo que reconoce que hizo porque "era el momento de agradecerle a todos el esfuerzo que hicieron para que yo estuviera en unos Juegos" y advierte que seguirá "luchando todos los días por repetir una experiencia similar", aunque tenga que "hacer de tripas corazón", si al final la crisis de patrocinadores también llega a la vela.
Hernández Cebrián recordó ayer que "mi peor campeonato del año fueron los Juegos y eso que de cabeza estaba muy bien y llegué a Qingdao muy contento, muy preparado y la verdad que no hay explicación, que así es el deporte. Nada más terminar los Juegos le dije a mi entrenador que estaba muy picado, porque el trabajo era para ganar una medalla".
Esa decepción en tierras asiáticas no han minado en absoluto la moral de Hernández Cebrián que dentro de diez días se marcha a Australia para participar en dos regatas de ranking mundial y tendrá la base en Tenerife hasta que en marzo acuda de nuevo al centro de alto rendimiento de Santander. "Estoy motivado para el Mundial del año que viene, de los Juegos del Mediterráneo y para seguir divirtiéndome y ganando si es posible. Estoy muy contento con esta profesión, aunque resulta muy duro entrenar cada día y dedicarle tantas horas".
Este tinerfeño de 22 años tiene entre ceja y ceja una medalla olímpica y aunque afirma que "Londres está aún muy lejos" ya está perfeccionando su inglés para llegar mejor preparado si cabe a la próxima cita con los cincos aros olímpicos y si es posible "volver a sacar en la Ceremonia de Inauguración el plátano de Canarias", algo que reconoce que hizo porque "era el momento de agradecerle a todos el esfuerzo que hicieron para que yo estuviera en unos Juegos" y advierte que seguirá "luchando todos los días por repetir una experiencia similar", aunque tenga que "hacer de tripas corazón", si al final la crisis de patrocinadores también llega a la vela.
Fuente: http://www.diariodeavisos.com
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