Rafa Nadal- MARCEL.LÍ SÀENZ
Rafa Nadal
Una pequeña toma de contacto con la arcilla, una resonancia y otra ecografía. Suficiente para determinar el estado de Rafa Nadal, número uno del tenis mundial: sufre una tendinitis de inserción del tendón cuadricipital en la rodilla derecha. "No podrá jugar la final de la Copa Davis porque no puede dar el ciento por ciento", sentenció ayer Ángel Ruiz-Cotorro, médico de la federación española, en el Real Club de Tenis de Barcelona. Nadal se perderá el duelo decisivo contra Argentina, en Mar del Plata, del 21 al 23 de este mes. "Es una lesión nueva, aguda, que se produce por un movimiento violento. Infiltrar es imposible, una locura", abundó Cotorro. "Estoy acostumbrado a jugar con dolor y lo aguanto bien. Pero éste no consigo controlarlo. No me encuentro bien y no me siento preparado", reconoció Nadal con un tono de voz alicaído pero sereno.
"Estoy triste. Pero mis compañeros pueden ganar, seguro, sin mí"
Con 111 encuentros batallados este año (entre individuales y dobles), Nadal no daba más de sí. Su cuerpo le avisó en Madrid, cuando se retiró a las primeras de cambio del torneo por parejas y concluyó, apeado por el francés Simon en las semifinales, con una lesión en el hombro derecho y una contractura lumbar que le afectaba al glúteo derecho. En París, sin embargo, se rompió al girar la rodilla bruscamente ante el ruso Davydenko. "Ha jugado una temporada muy dura y forzar un organismo sobrecargado no nos llevaría a un final feliz", advirtió Cotorro. "Ya pensábamos en el descanso, pero, como teníamos el número uno tan cerca, apuramos. Y ahora nos toca pagarlo", confesaba Toni Nadal, su tío y entrenador tras la retirada en la capital francesa. Pero Nadal no lo entiende así: "No he apurado en nada porque he disputado nueve masters series, los cuatro grandes y cinco torneos más. No he participado en ninguno extra en un curso muy complicado porque los Juegos Olímpicos apretaron el calendario. Así que no he hecho ninguna locura para ser el número uno".
Sometido a un estricto tratamiento con antiinflamatorios, fisioterapia y crioterapia (con agua helada) en Mallorca (pasa varias horas junto con su fisio para tratar de descargar los músculos), Nadal cogió ayer un vuelo a Barcelona con las ideas claras. "Era una decisión difícil que no he tomado yo, sino mi rodilla", dijo el tenista, que este año ha logrado rebasar al suizo Federer y coronar la cima. "Ha sido muy positivo", convino, "pero me he perdido dos citas importantes. No he podido estar en el Masters de Shanghai ni ahora en la final de la Copa Davis. Son momentos difíciles porque me hacía una ilusión enorme". Siempre ha estado involucrado con el equipo español. Así lo demostró a finales de 2005. "Estoy decepcionado porque los que estaban hacían bien su trabajo", dijo cuando el presidente, Pedro Muñoz, relevó a Juan Bautista Avedaño y Jordi Arrese de la capitanía, "pero, esté quien esté, seguiré dando todo lo posible porque es una competición que me encanta y me trae grandes recuerdos". Como cuando en la final de 2004, con 18 años, imberbe y sin los músculos pétreos de ahora, emergió para derrotar al estadounidese Roddick. Fue la segunda ensaladera de España (2000 y 2004).
En un ambiente crispado entre la cúpula y los jugadores (varios de éstos y el presidente se dijeron de todo en mensajes de móvil), España ha alcanzado la final. Nadal no estará en ella. "Estoy triste", dijo, "pero mis compañeros pueden ganar, seguro, sin mí". La lista de convocados la hará hoy pública el capitán, Emilio Sánchez Vicario.
Fuente: el pais.com
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