Tirunesh Dibaba
En Etiopía (y, por ende, en Kenia), el atletismo supone para sus ciudadanos una vía de escape a las extremas condiciones de vida de estos países, acechados por la hambruna, la pobreza y las enfermedades mortales. Además, aquellos que logran alcanzar la elite se aseguran igualmente una vida próspera tanto para ellos como para sus familias.
Los atletas abisinios sumaron en Pekín cuatro oros, una plata y dos bronces en las pruebas de fondo, encaramándose a la cuarta posición del medallero atlético. Y dos de las principales estrellas de este país del cuerno de Africa recibieron esta misma semana sendos reconocimientos por sus éxitos en la capital china.
Tirunesh Dibaba, la mejor
atleta etíope de todos los tiempos, fue nombrada Jefa Superintendente por su club, el Prisons Police, y el propio ministro de asuntos federales de Etiopía, Maeregu Habtemariam, le hizo entrega de su nuevo uniforme. De esta forma, superó en rango al mismísimo Haile Gebrselassie y alcanzó una graduación que sólo posee el otro gran mito del atletismo femenino de este país, su prima Derartu Tulu, campeona olímpica de 10.000 metros en Barcelona’92 y en Sydney’00.
La pequeña de las hermanas, Dibaba, se coronó en Pekín campeona olímpica en 5.000 y 10.000 metros, repitiendo la gesta que había logrado en los Mundiales de Helsinki’05. Además, la pequeña de las Dibaba posee cinco oros en Mundiales de Cross y detenta el récord universal de 5.000 m, tanto al aire libre como en pista cubierta.
Fue un día muy emotivo para Tirunesh Dibaba, ya que Sileshi Sihine, su novio desde hace años y futuro marido (se casarán en breve), juró también su cargo como Oficial Mayor, tras ser plata en 10.000 m en Pekín, por detrás de Kenenisa Bekele. El atleta de Sheno repitió así la segunda plaza lograda cuatro años antes en Atenas y la sumó a sus segundas plazas en 10.000 metros en los Mundiales de Osaka’07 y Helsinki’05 (donde también se colgó la plata en 5.000 metros).
También continúa avanzando la construcción del ‘Hospital Tirunesh Dibaba’, un proyecto fruto de la colaboración entre los gobiernos de Etiopía y de China, que estará ubicado en uno de los suburbios más humildes de Addis Abeba, el de Akaki-Kaliti. Además, Dibaba y el genial Kenenisa Bekele recibieron la pasada semana un Toyota Corolla valorado en alrededor de 30.000 euros, de manos del primer ministro Meles Zenawi.
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