MADRID.- "Me motivé mucho para esta temporada porque al final del año pasado y comienzo de este verano, algunos dijeron que no sería capaz de volver a mejorar mi marca y que mis días de éxito se caercaban al fin", recordó Yelena Insinbayeva tras recibir por segunda vez el premio a la Mejor Atleta Euroepa del año. "Eso me enfadó un poco", admitió
La rusa, ganadora del galardón en 2005 y siempre entre las tres mejores atletas del continente en los últimos cinco años, superó a lanzadora de jabalina checa Barbora Spotakova y a la saltadora de altura Tia Hellebaut, verdugo de Blanka Vlasic en los JJOO de Pekín.
Para otorgarle un premio votado por los medios de comunicación y el público, se tuvo en cuenta, además de sus 10 victorias consecutivas 'outdoor' en 2008 con tres récords del mundo, su otra plusmarca, bajo techo -en enero superó el listón en 4,95 m.- y su nuevo título mundial -el pasado marzo, en Valencia-.
Isinbayeva alcanzó el punto óptimo de su preparación pocas semanas antes de sumar en Pekín su segunda medalla de oro olímpica. El cambio de residencia, de entrenador y de técnica tardaron en dar sus frutos. Lo hicieron justo a tiempo. "El problema en los Juegos fue psicológico, no físico", reconoció. "Estaba en mejor forma que nunca pero era distinto de Atenas. Esta vez sentía la presión desde todos los frentes".
Isinbayeva recordó también su estancia casi monacal en la Villa Olímpica. "Hacía todo lo posible para permanecer calmada, pero en realidad estaba temblando", confesó. "Traté de esconderme en mi habitación casi todo el tiempo, pensando en el día de la competición. Incluso me ocultaba tras unas gafas de sol cuando iba al comedor".
¿Y Londres? "He soñado con ser campona olímpica desde los cinco años, aunque entonces me dedicaba a la gimnasia", comentó. Cumplido su sueño en dos ocasiones, su motivación llegado el momento será erigirse en la primera atleta capaz de imponerse en la misma disciplina en tres JJOO.
Más centrada se encuentra en superar la cifra mítica establecida por Sergei Bubka, de quien ha heredado a su entrenador, Vitali Petrov -el hombre que tras un largo camino le ha indicado el camino hasta sus actuales 5,05 m.-. "Mi meta consiste en superar los 35 récords del mundo establecidos por Sergey", declaró. Ella, a los 26 años, acumula 24.
Fuente: elmundo.es
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