Manolo Martínez
El leonés Manuel Martínez estaba tremendamente "desilusionado" por haberse quedado fuera de la final de lanzamiento de peso de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 al no haber "sabido estar a la altura", aseguró que ahora tendría que plantearse su vida e incluso dejó abierta la puerta a la retirada.
"No he sabido estar a la altura y me he lleva una gran decepción. He sacrificado toda la temporada para hacerlo bien en los Juegos Olímpicos y no he sabido hacer una buena calificación", indicó el capitán de la selección española en la zona mixta del estadio Nacional pequinés, donde tan solo lanzó 19,81 metros, a 21 centímetros del último que pasó a la final.
"Por dar un dato, me parece que he hecho prácticamente la misma marca que en pista cubierta. Para mí ha sido un gran golpe", manifestó Martínez. Explicó que estaba "bastante seguro" de sus posibilidades después de haber hecho "buenos entrenamientos" las últimas semanas, "tenía la técnica ajustada", pero reconoció de nuevo que no había "sabido solventar la situación".
La gran desilusión que se ha llevado le hace plantearse la opción de la retirada
"He hecho un primer lanzamiento a asegurar para hacerlo válido, un segundo que se me ha escapado de la mano, y en el tercero he tenido buenas sensaciones, pensé que era de más de veinte metros y sin embargo nada más que fue de 19,80, por lo tanto no he sabido estar a la altura", resumió el leonés, quien dijo que las condiciones de la competición fueron muy buenas.
Respecto a su futuro, en pleno hundimiento, fue sincero. "Ahora mismo no lo sé. Ha sido algo muy fuerte para mí. Tenía puestas muchas ilusiones y no me llevaba una desilusión tan grande desde hace muchos años", dijo.
"Cada uno sabe en cada momento en la posición en la que está y hoy no era mi posición el veinte del mundo", continuó el plusmarquista nacional, quien aseguró que tiene que plantearse su vida.
"Tengo que ver cuáles son mis posibilidades y, como he dicho más de una vez, año a año plantearme si voy a seguir compitiendo. Tengo que tener ilusión y ganas de continuar, porque estar en la alta competición es algo muy difícil, se necesita mucho esfuerzo y se sacrifican muchas cosas. Por ejemplo, llevo sin ver a mis hijas un mes y medio y es sacrificado", explicó.
"Este tipo de cosas la gente no las ve, y son importantes, tienen un gran valor. Llevo dieciséis años en la alta competición y muy pocos lanzadores a nivel mundial pueden decir eso", comentó.
Fuente: marca.com
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