La final olímpica de Atlanta se presentaba a priori como el duelo Cacho-Morceli, el argelino, que cuatro años antes en Barcelona falló, clasificándose séptimo, extendió desde entonces su dominio en la prueba de los 1.500m; era la referencia a seguir y un año antes en 1995 en Niza había roto de nuevo su plusmarca mundial, dejándola en 3:27.37. Era el máximo favorito, ahora, en la ciudad estadounidense no podía fallar. Un tercero en discordia se apuntó al carro de los favoritos, el marroquí Hicham El Guerrouj, una figura emergente que se dió a conocer en el Mundial en pista cubierta de Barcelona 95 al proclamarse campeón y que poco menos de un mes antes de la cita olímpica había establecido la mejor marca mundial de la temporada al parar el registro en 3:29.59 en Estocolmo. Asimismo, otra de las sensaciones de la temporada, el burundés Venuste Niyongabo (3:30.09) se decantó en estos Juegos por el 5.000m, prueba en la que se proclamaría campeón olímpico el mismo día de la final de 1.500m.
La primera ronda eliminatoria no dio lugar a las sorpresas: los tres favoritos a medalla cumplieron a la perfección con sus objetivos, venciendo todos ellos en su correspondiente serie eliminatoria. Las semifinales se endurecieron; en la primera se corrió a ritmo rápido que deparó grandes marcas con Morceli vencedor 83:32.88, seguido de Cacho (3:33.12), Bile (3:33.30), Tanui (3:33.57) y el keniano Laban Rotich (3:33.73) que ya venciera en las series. En la segunda semifinal, El Guerrouj dominó claramente.
Y llegó aquel 3 de agosto de 1996, el Estadio Olímpico a rebosar para presenciar un final olímpica de altísimo nivel. El grupo de atletas, en las primeras vueltas compacto; Morceli siempre en las primeras posiciones, sabedor de su grave error de cuatro años antes, no quería sorpresas; Cacho, fiel a su gran oficio en carrera, vigilante a todos los movimientos, siempre cerca de la cabeza y era El Guerrouj quien se iba, a medida que transcurría la prueba, colocando en las primeras posiciones, viniendo desde atrás. Fue justo al toque de campana cuando sucedió el tropezón del marroquí; en ese momento el orden era Morceli, El Guerrouj y Cacho, cuando El Guerrouj avanzando su pierna derecha impacta con la del argelino y cae al suelo súbitamente, por detrás, tanto Cacho como el resto de corredores se afanan en no caer saltando por encima de un El Guerrouj en el suelo que intenta levantarse rápidamente; en ese momento Morceli acelera y Cacho se va detrás a unos metros, distancia que se mantendrían hasta el final.
¿Qué hubiera pasado de no tropezar El Guerrouj? nunca lo sabremos, pero si es cierto que en el tropezón, Cacho salió perjudicado pues además de saltar por encima tuvo que frenar su carrera, momento en el que el argelino, que no llevaba una temporada tan brillante como las anteriores, se le fue los metros suficientes para obtener el oro. Pero lo cierto es que Cacho entró en la historia olímpica con todos los honores con su segunda medalla olímpica; sólo cuatro atletas lo han logrado: el británico Sebastian Coe (doble campeón en 1980 y 1984), el keniano Kip Keino (oro en 1968 y plata en 1972) y el italiano Luigi Becalli (oro en 1932 y bronce en 1936).
Fermín Cacho nació en Ágreda (Soria) el 16.2.1969. Internacional absoluto en 25 ocasiones, entrenó bajo las ordenes de Enrique Pascual. Es el único atleta español con dos medallas olímpicas y el atleta más laureado de nuestro atletismo; encadenó una serie inigualable de medallas en grandes campeonatos: 1990 Split'90 (CE) plata, 1991 Tokio (CM) plata, 1992 Barcelona (JO) oro, 1993 Stuttgart (CM) plata, 1994 Helsinki (CE) oro, 1996 Atlanta (JO) plata, 1997 Atenas (CM) plata y 1998 Budapest (CE) bronce. La guinda a tanta medalla vino con la consecución en 1997 en la prestigiosa reunión Weltklasse de Zürich del actual récord de Europa de 1.500m con 3:28.95 por detrás muy cerca del gran Hicham El Guerrouj. Sencillamente genial; por algo fue elegido por la RFEA como el mejor atleta español de todos los tiempos.
En la actualidad reside en Andújar donde se dedica a sus negocios aunque mantiene una relación muy directa con el atletismo pues es pieza vital como oficial de la selección española en grandes eventos; su presencia es el mejor ejemplo para las nuevas generaciones que intentan emular los éxitos que acumuló en sus años de atleta en activo.
Publicado en la revista "Atletismo español" septiembre-octubre 1992
| 1.500m (Atlanta 1996) | |||
| 1. | Noureddine Morceli | ALG | 3:35.78 |
| 2. | Fermín Cacho | ESP | 3:36.40 |
| 3. | Stephen Kipkorir | KEN | 3:36.72 |
| 4. | Laban Rotich | KEN | 3:37.39 |
| 5. | William Tanui | KEN | 3:37.42 |
| 6. | Abdi Bile | SOM | 3:38.03 |
| 7. | Marko Koers | NED | 3:38.18 |
| 8. | Ali Hakimi | TUN | 3:38.19 |
Especial Pekín 2008 - Selección Española - La Guía de los Juegos OlímpicosFuente: rfea.es
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Qué grande era Fermín!
ResponderEliminarun saludo
Yo estuve en la salida del 1.500, en los Juegos de Barcelona, cuando ganó su medalla de oro Olímpica y fue espectacular.
ResponderEliminarUn saludo.