La plaza de Tiananmen cubierta por una espesa capa que dificulta la visión
Alejandro Delmás | 28/07/2008
Te inquietas. Te sorprendes y te inquietas cuando el Boeing 777 de China Southern se lanza en plancha sobre la pista del aeropuerto internacional de Pekín. ¿Qué pista? Porque, tras una decena de horas entre las nubes, cuando el Boeing va a tomar tierra, aún no ha salido del aparente manto de nubes. Sólo que esto ya no es el vientre de las nubes, sino una neblina polucionada, rasa y espesa, de la que apenas emergen los morros de los otros grandes aviones aparcados en Pekín Capital. Bienvenidos a los Juegos de la XXIX Olimpiada, a once días de su inauguración.
La temperatura ambiente en Pekín osciló ayer entre 28 y 33 grados. Pero la sensación de ahogo ambiental es tan espesa o más que en el Mundial de Atletismo de Osaka, hace un año. El calor se ciñe densamente al cuerpo como un pesado albornoz húmedo. En ese horno polucionado, asusta plantearse no ya una prueba de gran fondo, sino un simple entrenamiento. Entre el smog, o neblina, pedalean algunos pocos ciclistas con mascarilla. En vista de las inquietantes condiciones, Du Shaozhong, Vicedirector de la Oficina Municipal de Protección Ambiental de Pekín, ofreció ayer mismo una rueda de prensa sobre el asunto. Un extracto: "Cuando solicitamos los Juegos, Pekín hizo tres compromisos. Primero, monitorizar diariamente los indicadores de dióxido sulfuroso, monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno y partículas en suspensión. Segundo, hacer progresar la calidad del aire a lo largo de este año. Tercero, que esos cuatro grandes indicadores cumplieran durante los Juegos las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Podemos garantizar que los dos primeros compromisos están cumplidos. Y sé que lograremos el tercero, mantener la buena calidad del aire durante los Juegos, aunque si nos enfrentamos a condiciones climáticas extremas o inesperadas, tomaremos las medidas de control más duras".
Curiosa observación de Shaozhong: "El 8 de agosto será el día en que empiece el otoño. Es una estación muy favorable y la calidad del aire progresará mucho durante los Juegos".
Esto, cuando el Gobierno chino está desesperado por conseguir unos JJ OO "verdes" o "ecológicos". "La Villa Olímpica más ecológica", se proclamaba ayer en la inauguración.
"Nuestro mayor reto es hacer de Pekín una ciudad ecológica, donde nuestros conciudadanos tengan conciencia de ello. Creemos que ése puede ser el legado más duradero que dejemos", analizó Shaozhong. Y así, todas las medidas del Gobierno tratan de fomentar el desistimiento del tráfico urbano: se pide a las empresas que flexibilicen los horarios de trabajo para que, si es posible, los empleados trabajen desde sus casas, durante los Juegos. Desde el 20 de julio, hay una alternancia en la circulación de los vehículos privados, dependiendo de si la matrícula es par o impar; el Carril Olímpico ya está abierto y se ha restringido el funcionamiento de las industrias más contaminantes.
Pero Pekín sigue estando igual: un viscoso manto de polución, un albornoz de calor compacto que envuelve pesadamente el cuerpo del recién llegado. A once días para el 8-8-08.
Fuente: as.com
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