Irving Saladino
Se llama Irving Saladino. Tiene 25 años y nació en Colón. Y sobre este panameño de 1,76 metros de altura y 70 kilos de peso, están puestos los ojos del atletismo, gracias a su especialidad: el salto de longitud.
Se llama Irving y las miradas se dirigen a él, pues el 24 de mayo, durante una reunión atlética en la pequeña población de Hengelo (Holanda), Saladino saltó 8 metros y 73 centímetros. Marca que lo tiene como primer favorito para el oro olímpico en Beijing y, de pasó, intentar sobrepasar el mítico 8,90 metros de Bob Beamon.
Pero Saladino, también campeón mundial en Osaka-2007 (8,59 metros), que renunció a estar en la reciente parada de la ‘Golden League’ de Atletismo en Oslo (Noruega), donde le pagarían un millón de dólares si rompía la marca mundial de 8,95, no tiene toda la presión. Y no está solo.
Junto a él aparece Dwight Phillips, el estadounidense que logró el oro olímpico en Atenas, con 8,59 metros, pero que está algo lejos de su mejor marca personal, los 8,60, de Helsinki-2005.
Aouita, no tiene sucesor
Para el récord olímpico de los 5.000 metros, en poder del marroquí Said Aouita (13 minutos, 5 segundos y 59 centésimas), el panorama no es tan claro.
Y es que con la retirada de su compatriota y también campeón olímpico, en Atenas, Hincham El Guerrouj, todo el peso recae en Bernard Lagat. Un atleta nacido en Kenia, pero nacionalizado en Estados Unidos, que fue campeón del mundo en la distancia, el año pasado, en Osaka.
Se llama Irving y las miradas se dirigen a él, pues el 24 de mayo, durante una reunión atlética en la pequeña población de Hengelo (Holanda), Saladino saltó 8 metros y 73 centímetros. Marca que lo tiene como primer favorito para el oro olímpico en Beijing y, de pasó, intentar sobrepasar el mítico 8,90 metros de Bob Beamon.
Pero Saladino, también campeón mundial en Osaka-2007 (8,59 metros), que renunció a estar en la reciente parada de la ‘Golden League’ de Atletismo en Oslo (Noruega), donde le pagarían un millón de dólares si rompía la marca mundial de 8,95, no tiene toda la presión. Y no está solo.
Junto a él aparece Dwight Phillips, el estadounidense que logró el oro olímpico en Atenas, con 8,59 metros, pero que está algo lejos de su mejor marca personal, los 8,60, de Helsinki-2005.
Aouita, no tiene sucesor
Para el récord olímpico de los 5.000 metros, en poder del marroquí Said Aouita (13 minutos, 5 segundos y 59 centésimas), el panorama no es tan claro.
Y es que con la retirada de su compatriota y también campeón olímpico, en Atenas, Hincham El Guerrouj, todo el peso recae en Bernard Lagat. Un atleta nacido en Kenia, pero nacionalizado en Estados Unidos, que fue campeón del mundo en la distancia, el año pasado, en Osaka.
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Maratón, sin marca mundial
En cuanto a una de las legendarias pruebas de los Olímpicos, el maratón, hay que empezar diciendo que la marca del portugués Carlos Lopes podría sobrevivir otra olimpiada más, ya que el actual poseedor del récord mundial, el etiopense Haile Gebrselassie, que tiene 2 horas, 4 minutos y 26 segundos (la logró en Berlín 2007), renunció a correr la prueba en Beijing, argumentando que el nivel de polución de la capital china es muy alto para el asma que padece, y por eso solo disputará la carrera de los 10.000 metros. Así que Lopes tiene otra oportunidad para seguir reinando en los 42 kilómetros.
Las incognitas
El récord olímpico del ruso Serguei Litvinov, en lanzamiento de martillo (84,80 m), tendría un heredero fijo: Ivan Tikhon. El bieloruso, que es entrenado por el mismo Litvinov, fue campeón del mundo en Osaka (83,63 m) en el 2007, y que obtuvo plata en Atenas (79,81 m), hace cuatro años, sigue subiendo en su progresión.
Por su parte, la prueba de marcha de 50 kilómetros, cuya marca es del también ruso Vyacheslav Ivanenko (3h 38’ 29”), tiene los candidatos normales, como son los medallistas las pasadas Olimpidas y los Campeonatos Mundiales: el australiano Nathan Deakes, el francés Yohan Diniz y los rusos Denis Nizhegorodov y Aleksey Voyevodin.
En los pies de ellos, su fuerza y la concentración que tengan en las pruebas, está el poder lograr la marca respectiva y lograr la gloria olímpica.
Fuente: elpais.com
ENLACE:
En cuanto a una de las legendarias pruebas de los Olímpicos, el maratón, hay que empezar diciendo que la marca del portugués Carlos Lopes podría sobrevivir otra olimpiada más, ya que el actual poseedor del récord mundial, el etiopense Haile Gebrselassie, que tiene 2 horas, 4 minutos y 26 segundos (la logró en Berlín 2007), renunció a correr la prueba en Beijing, argumentando que el nivel de polución de la capital china es muy alto para el asma que padece, y por eso solo disputará la carrera de los 10.000 metros. Así que Lopes tiene otra oportunidad para seguir reinando en los 42 kilómetros.
Las incognitas
El récord olímpico del ruso Serguei Litvinov, en lanzamiento de martillo (84,80 m), tendría un heredero fijo: Ivan Tikhon. El bieloruso, que es entrenado por el mismo Litvinov, fue campeón del mundo en Osaka (83,63 m) en el 2007, y que obtuvo plata en Atenas (79,81 m), hace cuatro años, sigue subiendo en su progresión.
Por su parte, la prueba de marcha de 50 kilómetros, cuya marca es del también ruso Vyacheslav Ivanenko (3h 38’ 29”), tiene los candidatos normales, como son los medallistas las pasadas Olimpidas y los Campeonatos Mundiales: el australiano Nathan Deakes, el francés Yohan Diniz y los rusos Denis Nizhegorodov y Aleksey Voyevodin.
En los pies de ellos, su fuerza y la concentración que tengan en las pruebas, está el poder lograr la marca respectiva y lograr la gloria olímpica.
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