Miguel Ángel Orodea
Miguel Ángel Orodea monta en bici casi todos los fines de semana. Los sábados se levanta temprano en su casa de Majadahonda, prepara su equipo y recorre las carreteras y caminos de la sierra en busca de paisajes naturales. Suele hacerlo con un grupo de compañeros del club ciclista de Las Rozas. Lo que no imaginaba Orodea es que pudiera perder puntos del carné de conducir por hacer lo que más le gusta. La Guardia Civil le sancionó con 150 euros de multa y la retirada de cuatro puntos del carné de conducir por no hacer caso a unas indicaciones.
"Y si no hubiera tenido carné, ¿me hubieran quitado también los puntos?", se cuestiona Orodea. "O si hubiera ido con mi hijo, que no tiene permiso, ¿le hubieran quitado a él los puntos? Esto es absurdo", protesta.
El pasado 22 de julio pedaleaba junto a un par de amigos por un camino vecinal que une la carretera N-502 con San Esteban del Valle (Ávila). Descendían a ritmo pausado por el margen de la calzada procedente de El Arenal, donde habían tomado un tentempié. La marcha comenzó en el puerto del Pico, en la sierra de Gredos, a 1.300 metros de altura.
Sobre las 11.35 de aquella nublada mañana vislumbraron en el camino a un guardia civil que les hacía señales. Se acercaron hasta el lugar donde se encontraba el agente, que tenía su moto aparcada con las luces encendidas. "El camino está cortado. Se celebra un rally de coches y no pueden pasar. ¿No han visto el cartel que prohibía el paso por este camino?", les espetó el guardia civil. Los ciclistas aseguraron que no habían encontrado ningún cartel e insistieron al agente que les dejara pasar. Éste finalmente les permitió descender hasta San Esteban del Valle, un tramo de unos 3,9 kilómetros, pero con la condición de que lo hicieran a pie. Si le hacían caso, les llevaría cerca de una hora hacer el recorrido, mientras en bici tardarían unos seis minutos. "Andando y con las bicis cogidas de la mano", les insistió el guardia civil. La carrera aún no había comenzado y el coche del director de carrera no había terminado de inspeccionar el recorrido. Les quedaba una media hora.
Cuando Orodea y su compañero habían caminado unos pocos metros comprobaron que había mucha gente en la calzada caminando hacia el pueblo y apostados en los márgenes de la carretera para ver el rally. Entonces se cruzaron con el coche del director de carrera y le preguntaron si podían continuar en bici. "Tardaremos muy poco y se nos va a hacer tarde", señalaron. El responsable de la carrera les permitió continuar. El único requisito era que tenían que llegar al municipio antes de que el coche alcanzase la línea de salida. Y así lo hicieron. Llegaron a San Esteban en menos de cinco minutos. Sudorosos se bajaron de la bici, cuando se les acercó otro guardia civil que procedió a multarlos por "no respetar las señales de los agentes que regulan la circulación".
Orodea se llevó una sorpresa cuando comprobó en la multa que la infracción implicaba la retirada de cuatro puntos del carné. "Entiendo la sanción económica, pero lo de los puntos es disparatado", indica el ciclista, que ha recurrido la denuncia pero aún no ha obtenido respuesta de la Dirección General de Tráfico. Un portavoz de este organismo reconoce que no se pueden retirar puntos del carné por guiar vehículos que no requieren esa licencia y precisa que cuando la multa llegue a su instrucción se subsanará el fallo.
Fuente: el país.com
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