Javier Gómez Noya
Cuando los triatletas de la Copa del Mundo de Madrid llevaban pedaleando apenas tres kilómetros en la Casa del Campo, cayó sobre ellos el segundo diluvio universal. Hubo una cierta estampida. Dentro de quince días hay un Mundial en Canadá y no era cosa de caerse en una curva cerrada y anegada, así que bastantes optaron por echar pie a tierra. Pero en la estampida no participó Javier Gómez Noya, el mejor del mundo, que aguantó el temporal, se heló hasta los huesos y cuando cambió la bici por la carrera a pie puso pies en polvorosa y dejó atrás a todos. Estas son las cosas que hacen los mejores del mundo...
Javier hizo un buen tramo a nado (1.500 metros) y salió cuarto del Lago de la Casa de Campo (17 grados en el agua parduzca). Luego siguió en similares posiciones en los 40 terribles kilómetros sobre ruedas, sobrevivió al terrible aguacero, junto a los mejores. Por eso son los mejores... Y cuando dejó la bici para echar a correr perdió algún segundo en la transición y partió el séptimo.
Pero ya todo estaba claro. Javi se desenvuelve bien en el tercer tramo, a pie, en los 10 kilómetros que endulzan los triunfos y amargan las derrotas. Y metro a metro, sin prisa pero sin pausa, fue remontando posiciones. En un santiamén estaba primero. Galopaba mirando al horizonte, ya con el cielo despejado, sin rivales. "Esta ha sido una competición para supervivientes y yo he sido el mejor en eso, el que menos mal lo ha pasado en la carrera a pie. La clave estuvo en aguantar el chaparrón". Tercer triunfo en tres pruebas de la Copa del Mundo en este año. Es lo que tienen los mejores. Que raramente fallan. Que lo aguantan todo.
Fuente: as.com
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