El alcalde de Dar es Salaam, Adam Kimbisa, recibió anoche la llama olímpica de manos de su homólogo de Peking y vicepresidente del Comité organizador de las olimpiadas chinas, Liu Jing Ming
El paso por África de la antorcha de los Juegos Olímpicos de Peking 2008 se cumplió en Tanzania sin ninguna de las masivas demostraciones que sacudieron el evento en Londres y París.
La profesora keniana Maathai Wangari, Premio Nobel de la Paz en 2004 e invitada por el Comité Olímpico Internacional (COI) para portar la llama olímpica en Dar es Salaam en nombre del movimiento feminista africano, boicoteó el evento en protesta contra lo que tildó de "significativas violaciones de los derechos humanos cometidos por las autoridades chinas, especialmente las mujeres de Tíbet".
Según el programa, Wangari era la portadora número 80 de la antorcha que debía encender en el estadio de fútbol de esta ciudad frente a miles de espectadores, pero el relevo fue tomado por la directora de la agencia Habitat de la ONU, que tiene su base en Nairobi, la profesora tanzana Anne Tibaijuka.
Tras su arribo anoche al aeropuerto internacional Julius Nyerere de Dar es Salaam, procedente de Buenos Aires y bajo un fuerte despliegue de seguridad a cargo de guardias chinos, todas las mayores avenidas designadas para el relevo fueron cerradas al público por las autoridades locales. Los accesos continuarán clausurados hasta la partida de la antorcha, esta noche.
El alcalde de Dar es Salaam, Adam Kimbisa, recibió anoche la llama olímpica de manos de su homólogo de Peking y vicepresidente del Comité organizador de las olimpiadas chinas, Liu Jing Ming, y tras el periplo por la ciudad la devolvió a los funcionarios del COI que acompañan a la antorcha en su gira mundial.
Tras una ceremonia de recepción en el aeropuerto, la antorcha fue llevada a un hotel céntrico donde se alojaban los funcionarios del COI y esta tarde fue llevada a la estación central del ferrocarril Tazara, construida por China en la década de los 70, desde donde comenzó su jornada de seis kilómetros por Dar es Salaam.
Desde la terminal de la línea férrea, que une a Tanzania con la vecina Zambia, la antorcha fue llevada hacia otro gran proyecto financiado por China, un ultramoderno estadio de fútbol con capacidad para 60.000 espectadores, en el sudeste de Dar es Salaam.
Los habitantes de Dar es Salaam, que en árabe significa "Casa de paz", permanecieron mayormente en sus casas durante toda la gira de la antorcha y el alcalde Kimbisa admitió luego que la población local "no se interesa mucho en eventos que desconoce".
Pese a que Dar es Salaam fue la única ciudad africana elegida para el relevo de la llama olímpica antes de la apertura de los juegos de Peking en agosto próximo, la mayoría de los espectadores del evento fueron los jóvenes.
Las autoridades locales se manifestaron sumamente complacidas por el paso de la antorcha por Tanzania, aunque no pudieron contestar a la cuestión de cómo este país del este africano, con sus propios antecedentes de infracciones a la democracia, violaciones de los derechos humanos y un estancamiento político en la cuestión de Zanzibar, puede haber sido anfitrión de la llama olímpica.
Ante la pregunta de los periodistas, lo único que respondieron es que Tanzania y China mantienen estrechos vínculos desde la década de los sesenta. Entre los funcionarios del COI que llegaron a Tanzania desde Zurich, destacó Tommy Sithole, antiguo editor jefe del "Zimbwabwe Herald", órgano oficial de prensa del gobierno del vecino Zimbabue.
Sithole, quien fue el primer editor africano negro del Herald tras la independencia de Zimbabue en 1980 y se convirtió en uno de los hombres de confianza del presidente zimbabuense, Robert Mugabe, hasta que se distanciaron a finales de los 90, declinó hablar de la actual crisis política en su país diciendo que no lo ha visitado en casi una década y no está en posición de hacer comentarios.
El antiguo periodista zimbabuense es actualmente el director de la agencia de Política y Desarrollo del COI en Zurich. Sithole, que vivió exiliado en Tanzania durante la lucha de independencia de su país alabó a las autoridades de Dar es Salaam por "una eficaz organización que ha hecho un éxito del relevo de la antorcha olímpica en África".
La "Casa de paz" se encuentra entre las 22 ciudades del mundo elegidas para acoger el paso de la llama olímpica antes de que comience su gira final por 113 localidades chinas, incluida el volátil Tíbet.
La profesora keniana Maathai Wangari, Premio Nobel de la Paz en 2004 e invitada por el Comité Olímpico Internacional (COI) para portar la llama olímpica en Dar es Salaam en nombre del movimiento feminista africano, boicoteó el evento en protesta contra lo que tildó de "significativas violaciones de los derechos humanos cometidos por las autoridades chinas, especialmente las mujeres de Tíbet".
Según el programa, Wangari era la portadora número 80 de la antorcha que debía encender en el estadio de fútbol de esta ciudad frente a miles de espectadores, pero el relevo fue tomado por la directora de la agencia Habitat de la ONU, que tiene su base en Nairobi, la profesora tanzana Anne Tibaijuka.
Tras su arribo anoche al aeropuerto internacional Julius Nyerere de Dar es Salaam, procedente de Buenos Aires y bajo un fuerte despliegue de seguridad a cargo de guardias chinos, todas las mayores avenidas designadas para el relevo fueron cerradas al público por las autoridades locales. Los accesos continuarán clausurados hasta la partida de la antorcha, esta noche.
El alcalde de Dar es Salaam, Adam Kimbisa, recibió anoche la llama olímpica de manos de su homólogo de Peking y vicepresidente del Comité organizador de las olimpiadas chinas, Liu Jing Ming, y tras el periplo por la ciudad la devolvió a los funcionarios del COI que acompañan a la antorcha en su gira mundial.
Tras una ceremonia de recepción en el aeropuerto, la antorcha fue llevada a un hotel céntrico donde se alojaban los funcionarios del COI y esta tarde fue llevada a la estación central del ferrocarril Tazara, construida por China en la década de los 70, desde donde comenzó su jornada de seis kilómetros por Dar es Salaam.
Desde la terminal de la línea férrea, que une a Tanzania con la vecina Zambia, la antorcha fue llevada hacia otro gran proyecto financiado por China, un ultramoderno estadio de fútbol con capacidad para 60.000 espectadores, en el sudeste de Dar es Salaam.
Los habitantes de Dar es Salaam, que en árabe significa "Casa de paz", permanecieron mayormente en sus casas durante toda la gira de la antorcha y el alcalde Kimbisa admitió luego que la población local "no se interesa mucho en eventos que desconoce".
Pese a que Dar es Salaam fue la única ciudad africana elegida para el relevo de la llama olímpica antes de la apertura de los juegos de Peking en agosto próximo, la mayoría de los espectadores del evento fueron los jóvenes.
Las autoridades locales se manifestaron sumamente complacidas por el paso de la antorcha por Tanzania, aunque no pudieron contestar a la cuestión de cómo este país del este africano, con sus propios antecedentes de infracciones a la democracia, violaciones de los derechos humanos y un estancamiento político en la cuestión de Zanzibar, puede haber sido anfitrión de la llama olímpica.
Ante la pregunta de los periodistas, lo único que respondieron es que Tanzania y China mantienen estrechos vínculos desde la década de los sesenta. Entre los funcionarios del COI que llegaron a Tanzania desde Zurich, destacó Tommy Sithole, antiguo editor jefe del "Zimbwabwe Herald", órgano oficial de prensa del gobierno del vecino Zimbabue.
Sithole, quien fue el primer editor africano negro del Herald tras la independencia de Zimbabue en 1980 y se convirtió en uno de los hombres de confianza del presidente zimbabuense, Robert Mugabe, hasta que se distanciaron a finales de los 90, declinó hablar de la actual crisis política en su país diciendo que no lo ha visitado en casi una década y no está en posición de hacer comentarios.
El antiguo periodista zimbabuense es actualmente el director de la agencia de Política y Desarrollo del COI en Zurich. Sithole, que vivió exiliado en Tanzania durante la lucha de independencia de su país alabó a las autoridades de Dar es Salaam por "una eficaz organización que ha hecho un éxito del relevo de la antorcha olímpica en África".
La "Casa de paz" se encuentra entre las 22 ciudades del mundo elegidas para acoger el paso de la llama olímpica antes de que comience su gira final por 113 localidades chinas, incluida el volátil Tíbet.
(publicado en as.com)
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