Masahisa Tsujitani
Masahisa Tsujitani, un artesano japonés de 75 años, no permitirá que las bolas de lanzamiento de peso que fabrica, y con las que se ganaron todas las medallas en los últimos tres Juegos Olímpicos, se utilicen en los de Pekín. Y es que el anciano nipón defiende las reivindicaciones tibetanas y aporta su granito de arena a la protesta internacional contra el gobierno del gigante asiático. ?China no está cualifi cada para organizar los Juegos?, dice. Y reconoce que su boicot se debe, también, a que los deportistas japoneses son abucheados muy a menudo en las competiciones que se celebran en China. Tsujitani vive en Fujimi, en la provincia de Saitama, y tiene su taller en la parte baja de su domicilio. Las bolas deben ser metálicas, tener superficie lisa, pesar 7,260 kilos y tener un diámetro de entre 110 y 130 milímetros, para adaptarse al diferente tamaño de las manos de los lanzadores. Todos los artefactos que se utilizan en competición deben estar homologados por la IAAF, pero el Delegado Técnico puede permitir a un lanzador que utilice su propio material, con dos condiciones: que también esté homologado y que lo ponga a disposición del resto de competidores. Nadie lanzará con las bolas del japonés Tsujitani, pero no habrá muchos que las echen de menos. Todas son similares, al fin y al cabo.
(publicado en as.com)
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