Olusoji Adetokunbo Fasuba ganó el oro al 'maldito' Chambers
(publicado en as.com)
Ángel Cruz 08/03/2008
Falsa alarma. Las amenazas de hinchas británicos de boicotear la presencia de su compatriota Dwain Chambers (dopaje, huida al fútbol USA, regreso sin pasar controles) se quedaron en nada y los 60 metros fueron lo que tenían que ser: una lucha en la que se proclamaba al hombre más rápido del momento en pista cubierta. Ni hubo brazos enarbolando pancartas ni abucheos en contra de Chambers. La grada no respondió ni a favor ni en contra de nadie. Sí hubo una final apretada y bella, aunque sin el nivel de otras ocasiones.
Y venció el nigeriano Olusoji A. Fasuba con tres centésimas de margen sobre Dwain Chambers (Gran Bretaña) y Kim Collins (Saint Kidd and Navis), que se repartieron la plata porque no se establecieron diferencias entre ellos. Lo que el ojo humano no pudo ver en directo tampoco logró verlo la foto-finish. Chambers fue campeón continental en los Europeos al aire libre de Múnich 2002, pero el dopaje le hizo perder el título, y Collins, que procede de una pequeñísima isla caribeña, ganó los Mundiales de París 2003, también al aire libre.
Fasuba es un atleta brillante, de sólo 23 años, que había sido quinto en la última edición de los Mundiales en sala, la celebrada hace dos años en Moscú. En los 100 metros tiene un mejor registro de 10.85, una marca espléndida. Aquí terminó en un tiempo de 6.51, igualando la mejor marca mundial del año, que ya le pertenecía. Tres centésimas de margen le dieron el oro.
"Me sentía muy confiado en esta competición. Ahora mi objetivo es conseguir una medalla en los Juegos Olímpicos de Pekín. Me he sentido fuerte y aún puedo correr más rápido", dijo el campeón tras su victoria.
Mezcla de sangre.
Fasuba tiene mezcla africana (su padre es de la tribu yoruba) y caribeña (su madre es jamaicana). Y, por cierto, prima de Don Quarrie, campeón olímpico de 200 metros en los Juegos de Montreal 1976. Los genes son los genes. Fasuba ha nacido en la costa oeste de África, de donde proceden los antepasados de los espléndidos velocistas negros estadounidenses. Estadounidenses que, por cierto, se quedaron sin medallas en Valencia. Michael Rodgers fue cuarto, batido por Chambers, al que había calificado de atleta "sucio".
Fasuba dominó una carrera que no pasará a la historia por la magnitud de sus marcas, pero sí por la emoción. Y por el morbo que la acompañaba. Chambers se llevó un metal, el primero tras su regreso del falso mundo del dopaje. Un baño de plata para un atleta maldito. Que volvió de los infiernos y sigue en ellos, porque todo el mundo ve THG en su cara, en sus músculos, en su velocidad
"Sólo quiero que me traten como a los demás. El que me acusen siempre beneficia a mis rivales. Aunque haya ganado la plata, esta ha sido un oro para mí. Me voy a la cama con una sonrisa tras la pesadilla por la que he pasado. Para mí esta competición era más importante que los Juegos Olímpicos", dijo.
Y venció el nigeriano Olusoji A. Fasuba con tres centésimas de margen sobre Dwain Chambers (Gran Bretaña) y Kim Collins (Saint Kidd and Navis), que se repartieron la plata porque no se establecieron diferencias entre ellos. Lo que el ojo humano no pudo ver en directo tampoco logró verlo la foto-finish. Chambers fue campeón continental en los Europeos al aire libre de Múnich 2002, pero el dopaje le hizo perder el título, y Collins, que procede de una pequeñísima isla caribeña, ganó los Mundiales de París 2003, también al aire libre.
Fasuba es un atleta brillante, de sólo 23 años, que había sido quinto en la última edición de los Mundiales en sala, la celebrada hace dos años en Moscú. En los 100 metros tiene un mejor registro de 10.85, una marca espléndida. Aquí terminó en un tiempo de 6.51, igualando la mejor marca mundial del año, que ya le pertenecía. Tres centésimas de margen le dieron el oro.
"Me sentía muy confiado en esta competición. Ahora mi objetivo es conseguir una medalla en los Juegos Olímpicos de Pekín. Me he sentido fuerte y aún puedo correr más rápido", dijo el campeón tras su victoria.
Mezcla de sangre.
Fasuba tiene mezcla africana (su padre es de la tribu yoruba) y caribeña (su madre es jamaicana). Y, por cierto, prima de Don Quarrie, campeón olímpico de 200 metros en los Juegos de Montreal 1976. Los genes son los genes. Fasuba ha nacido en la costa oeste de África, de donde proceden los antepasados de los espléndidos velocistas negros estadounidenses. Estadounidenses que, por cierto, se quedaron sin medallas en Valencia. Michael Rodgers fue cuarto, batido por Chambers, al que había calificado de atleta "sucio".
Fasuba dominó una carrera que no pasará a la historia por la magnitud de sus marcas, pero sí por la emoción. Y por el morbo que la acompañaba. Chambers se llevó un metal, el primero tras su regreso del falso mundo del dopaje. Un baño de plata para un atleta maldito. Que volvió de los infiernos y sigue en ellos, porque todo el mundo ve THG en su cara, en sus músculos, en su velocidad
"Sólo quiero que me traten como a los demás. El que me acusen siempre beneficia a mis rivales. Aunque haya ganado la plata, esta ha sido un oro para mí. Me voy a la cama con una sonrisa tras la pesadilla por la que he pasado. Para mí esta competición era más importante que los Juegos Olímpicos", dijo.
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